Breaking
Bad es una serie norteamericana de género dramático, aunque con algunos toques
de humor, creada y producida por Vince Gilligan, que ya fue productor de Expediente X. Se emite desde enero de 2008, por la AMC, canal de televisión
por cable norteamericano y que también emite una gran obra como Mad men, y en
España la podemos ver por Paramount Comedy.
En Breaking Bad, tras un flashforward muy potente no apto para
cardíacos, nos muestran la historia de Walter White, que tras cumplir los 50
años le diagnostican un cáncer de pulmón incurable lo que le llevará a dar un
drástico cambio en su vida y fabricar, en una caravana destartalada, con la
ayuda de un antiguo alumno suyo, droga para venderla con el propósito de
solventar los problemas económicos de su familia después de su irreversible
muerte. El señor White, es profesor de química en un instituto y gracias a esos
conocimientos fabrica cristal líquido, la llamada metanfetamina, una droga novedosa
en el mundo del narcotráfico, y que empieza a ser la mejor del mercado en
cuanto va corriendo el boca a boca.
Walter, se da cuenta de que ser buena persona durante toda su vida no le
ha servido de nada. Ha sido un hombre ejemplar en todos los aspectos: buen
marido, gran profesor y amable con todo el mundo. Pese a todo esa actitud jamás
le ha aportado ningún beneficio ya que los alumnos no le hacen mucho caso, su
sueldo no le llega para mantener a su familia y la casa se le cae a trozos, por
lo que busca un sobresueldo lavando coches. Además la gente se ríe de su hijo,
un adolescente con parálisis cerebral y su mujer se ha vuelto a quedar
embarazada, con la constante preocupación de cómo tirarán adelante para
cuidarlo y alimentarlo. Para más inri ha sido castigado con la peor de las
enfermedades. Por eso, el día que le diagnostican el cáncer, Walter se da
cuenta de lo injusta que ha sido la vida con él. Ha intentado ser buena persona
y según él, Dios le ha pagado, pegándole la etiqueta de ‘pringado’.
Por todo lo que ha pasado y por lo que aún tiene que pasar, decide
cruzar la calle y pasarse al lado oscuro, al lado del mal, dándose cuenta de
que cuando fallezca va a dejar detrás una familia, y, pensando siempre en su
lado bueno, se convierte en traficante con la ayuda de su exalumno, el drogadicto, Jesse Pinkman. El reparto de trabajo es
claro: Walter lo fabrica y Jesse lo vende. Gracias a ello, el profesor vuelve a
sentirse joven y a ser feliz.
Por todo esto, el espectador se sumerge en una pregunta: ¿de qué te
sirve intentar hacer las cosas bien si luego todo eso no tiene recompensa? ¿de
qué sirve ser a veces una buena persona? Y es que Breaking bad rompe todas
esas cuestiones una vez vas siguiéndola episodio tras episodio. Al contrario
que pasan en la mayoría de ficciones en la cual el personaje que hace de malo
acaba mal y el bueno acaba bien, en esta serie nos encontramos un contrapunto
interesante: en este caso, el noble es el que está destinado a llevar una vida
dura y complicada, cuando en cambio los más mezquinos, son los que viven en el
bienestar. La considero que es una serie de venganza ante la vida, que suele
ser injusta por naturaleza, pero en el caso de Walter, más. Él y su alumno se
convierten en unos grandes y respetados traficantes y el señor White pronto
dejará de ser una persona débil, en el momento en que se pone la careta de
Heisenberg, el mote que ha escogido para ser conocido en el mundo del
narcotráfico. Lo curioso de caso, es que tendrá que esconderse y disimular ante
su familia y entre ellos su cuñado Hank, policía de la DEA (departamento de
narcóticos y drogas varias de la poli).
La serie ha conseguido 3 premios Emmy, todos ellos consecutivos, a Bryan Cranston (Walter), aunque la serie nunca se ha llevado
algún reconocimiento como mejor serie en los Emmy o Globos de Oro. Los premios
siempre han sido de modo interpretativo, como el último a Aaron Paul (Jesse).
Breaking Bad iniciará su 5ª temporada el próximo 5 de Julio de 2012.
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