El sábado pasado en el programa de radio De Dissabte de Ràdio Sant Boi, estuvimos comentando la crítica de la última película de Quentin Tarantino, Django desencadenado, lo cual aprovechamos para promocionar el blog y recordar la pasión que siente el director de Knoxville por las teleseries. ¿Lo recordamos?
La foto que da entrada este post corresponde a uno de los cuatro capítulos (ambos dobles) en los que Tarantino apareció en la serie Alias (2001-2006) y que ya empezó a confirmar como "gurú seriéfilo" a un tal JJ Abrams tras Felicity (1998-2002). En ésta, Tarantino tiene una participación estelar ya que interpreta a McKenas Cole, un exagente mercenario y que pone en problemas a Sydney Bristow (Jennifer Garner) y a todo el SD6. en uno de los momentos clave de la 1ª temporada de la serie. La llegada de Quentin al reparto no fue casual, sino que fue él mismo el que hizo una llamada al propio Abrams interesadísimo en aparecer en uno de los capítulos de la serie, ya que se confesó muy fan de la misma. Y claro, a alguien como Quentin no se le puede decir que no, que a lo mejor te pasan cosas como ésta...
Pero la pasión de Tarantino por las series ya viene de lejos, concretamente del año 1988 (que sepamos). Y es que ese año tuvo un minúsculo papel (de hecho, no tiene ni una frase) en la comedia Las chicas de oro. Aparece en la 3ª temporada, en un capítulo en el cual varios hombres se disfrazan de Elvis Presley y aparecen en la casa de las protagonistas. Pues uno de esos "reyes del rock", es él. En la foto de justo debajo, lo reconoceréis cantando, justo detrás del Elvis con la guitarra:
La última incursión de Quentin Tarantino en el mundo de las series de la televisión lo encontramos en el que es su gran fuerte: detrás de las cámaras. La serie escogida fue la longeva CSI: Las Vegas (desde 2002) y los capítulos en los cuales vemos "su mano" fueron los 2 últimos de la 5ª temporada. En ese episodio el agente Nick Stokes (George Eads) es secuestrado y encerrado en un ataúd (atenerse de verlo los claustrofóbicos totales), mientras sus compañeros del CSI intentan averiguar dónde se encuentra antes de que se le acabe el aire...o haga algo peor.
Éste está considerado como el mejor capítulo de la historia de CSI, mejor incluso que el de la muerte de Justin Bieber. Tele 5 lo emitió en su día en 2 partes, pero en realidad, se trata de un episodio especial de hora y media de duración. Esperemos que no sea la última vez que vemos a este gran director y, quien sabe, si la próxima vez vaya a rodar algún capítulo de tu serie favorita.
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