martes, 22 de enero de 2013

MI EXPERIENCIA 'FRINGE'


Decir adiós a una serie es muy difícil. Aunque suene exagerado, es como si te despidieras de algún amigo o de algún se querido al cual no volverás a ver, solo te quedará el recuerdo de los videos o de esas fotos en el cual aparecen retratadas esos momentos que tantos buenos momentos te hicieron pasar. Pues a mi con la series me pasa algo parecido. Y más si han convivido contigo durante tanto tiempo. ¿O no nos costó imaginarnos la vida sin Friends, tras 10 años acompañándonos? ¿Y qué pasará cuando Matt Groening finiquite a sus Simpson en su, se rumorea, 30ª temporada? Bueno, en este caso, es un mal ejemplo ya que siempre tendremos ahí a Antena 3 para recordárnoslos.  Y cuando se acaba, ¿qué sucede? Es como cuando tu pareja te abandona y la has de sustituir por otra que, a lo mejor no le llega a la suela de los zapatos a la anterior. Acaba una serie y te quedas con la sensación de…¿y ahora qué?
Bien, está claro que habéis entendido mi pasión por las series y que me hacen llegar a decir cosas como éstas. Digo esto porque el pasado 18 de Enero y en primicia, pudimos vivir en España el final de Fringe, una de esas series que quedarán en la memoria del espectador durante mucho tiempo. No solo por el altísimo nivel mostrado en cada uno de los capítulos, sino que son episodios que sirven para unir tramas que se muestran a medida que avanza la serie. ¡Esa gran imaginación de los guionistas! Da la sensación de que tenían escritos los 100 capítulos de la serie (tanto de su inicio como de su final) desde el principio,  para no dejar escapar ningún detalle en esa ‘season finale’ que tanto hemos disfrutado y una ‘finale’ que nos ha hecho emocionar a más de uno.

He de reconocer que acogí la serie en su día con bastante escepticismo y, si empecé a seguirla fue porque su creador JJ Abrams me había dejado una muy buena sensación con las 3 primeras temporadas de Perdidos, más aún cuando el episodio piloto se inicia con un accidente de avión. ¿Os suena, verdad? Pues no se parece a esa serie nombrada, ni por asomo. Además la premisa no es nada halagüeña ya que tiene el esquema típico de: 'Presentación del caso + Resolución y problemas del caso + Caso resuelto'. Pero no os dejéis engañar por ese esquema porque cada capítulo tiene su explicación en temporadas posteriores. Después,a partir de la 2ª temporada descubrimos otro universo paralelo que nos dio paso a unas 1000 preguntas más, que quedaron resueltas entre la 3ª y la 4ª temporada, ésta última que ya dio pie a fuertes rumores de cancelación o de, como pasó, hacer una 5ª en la cual zanjar temas pendientes en el menor tiempo posible.


¿Y por qué me ha emocionado este doble capítulo final? Primero, porque decimos adiós a personajes carismáticos y, me vais a permitir la licencia fans de Olivia, de Peter, o de Astrid, pero el que más ha destacado o al que más hemos querido durante todos estos años es el de Walter Bishop. Pero nos ha abandonado a lo grande, siendo un héroe y siendo la persona que ha salvado al mundo de los Observers. Y ese detalle final enviándole la carta a su hijo Peter con el dibujo simbólico de la serie. Por más vueltas que le doy, no logro encontrar una manera mejor de decirle adiós al personaje de Walter. Anteriormente se había reencontrado con Gene, su querida vaca atrapada en ámbar, y por fin, había recordado el nombre de Astrid (99 capítulos ha tardado). Ha sido un momento emotivo y, por qué no decirlo, divertido a la vez. A Walter le dijimos adiós, como he dicho, siendo un héroe, llevándose al pequeño Michael a cruzar ese portal que salvará la vida de toda la humanidad y que permite, además, que Olivia y Peter se reencuentren por fin con su hija Etta a través de ese abrazo que parecía que nunca iba a llegar y que llevábamos esperando desde el inicio de la temporada. Pues sí, después de todo lo vivido, la pareja merecía ser feliz.


Mención aparte el de los guionistas en recuperar en este doble capítulo a algunos de los personajes que también ayudaron a mantener la trama de la serie hasta esos instantes finales que antes mencionaba. Porque sin ellos, Fringe no sería la que es. El sargento (ahora agente) Broyles ayudando hasta el final a Olivia y los suyos. Y…¡como no! No nos podíamos olvidar de algo muy esencial en todas estas temporadas de Fringe: el universo paralelo y el cortexiphan, el cual ayuda a Olivia a volver a reencontrarse con su alter ego paralelo: Altivia. Y junto a ella, Lincoln, al cual dejamos en la 4ª temporada cruzando ese universo y nos quedamos con la sensación de que no sabíamos si estaba haciendo bien. Pues sí, hizo muy bien, ya que 21 años después él y Altivia siguen felizmente juntos (desconozco si casados) y con un hijo. Ellos, además son los que ayudan a Olivia a poder volver con el pequeño Michael a su universo y resolver la trama. Una trama que acaba con la apoteosis final de acabar con todos los Observers con el esparcimiento de los pasados 'casos Fringe'. Muchos los recordaréis: cabezas que estallan, personas que flotan como un globo, mariposas que acuchillan, cierre de orificios…


En definitiva, creo que Fringe, esa serie a la cual acogí en su día solo por el nombre de su creador, que desde el principio escuchó rumores que la convertían en una posible serie de culto, ha demostrado ahora con su final que, eso puede convertirse en realidad a los pocos días de haber finalizado. Y es que, gracias a ella, también podemos decir orgullosos que no es tan difícil crear una serie de calidad a lo largo de 5 temporadas sin conseguir que se agote el producto. Que siempre hayan respuestas para tantas preguntas. Y que, a pesar de algunos detalles que hoy vamos obviar, podemos decir orgullosos que todo lo vivido en estos 5 años ha merecido la pena. Ahora queda que, el resto de series que se quieran parecer a Fringe, se comparen con ésta primero y después juzguen si la suya es mejor.

Y aquí os dejo el video promocional del capítulo final:



Firmado por: Deivit

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